El gobierno colombiano y las FARC abordan desde ayer en La Habana el primer ciclo de conversaciones de paz de 2014, centrado en el debate sobre el problema de las drogas y el narcotráfico. No es lo único: el decimonoveno encuentro estará marcado por las elecciones parlamentarias y presidenciales -el 9 de marzo y el 25 de mayo respectivamente-.

El problema del narcotráfico es el tercer tema que discuten las partes, tras haber logrado dos importantes acuerdos sobre desarrollo agrario y participación política, los dos primeros puntos de la agenda pactada para el proceso. 

Respecto al tema de las drogas, la guerrilla señala que las medidas punitivas de lucha contra el narcotráfico no deben centrarse en los campesinos y consumidores, quienes son  los "eslabones más débiles" en la cadena, señala las FARC. "Tras las rejas, al lado de los capos, debieran estar no los campesinos ni las llamadas 'mulas', expresión de un problema social, sino los banqueros corruptos que con el lavado de activos provenientes de ganancias del narcotráfico, estimulan su existencia", opinan.

Además, las FARC consideran que la política de sustitución de cultivos ilícitos debe presentar planes alternativos para los campesinos, además de exigir la suspensión de las fumigaciones con glisofato, entre otros reclamos.

Un año electoral

El año se abre sin perder de vista el carácter electoral y la influencia que podría ejercer sobre el proceso de diálogo.

El gobierno está decidido a trabajar con las FARC por la paz. "Nuestro derrotero para el 2014 es el mismo que nos orientó a todo lo largo del año pasado y es muy simple y concreto a la vez: trabajar sin descanso por alcanzar un acuerdo que le ponga fin al conflicto y nos abra definitivamente y de una vez por todas las puertas de la paz", afirmó el jefe de la delegación, el exvicepresidente Humberto de la Calle, en una declaración previa a su viaje a La Habana.

Esta es la apuesta de Juan Manuel Santos, que aspirará a la reelección mientras que su principal adversario y opositor del proceso de paz, el exgobernante Álvaro Uribe (2002-2010).

Por su parte las FARC estrenaron la ronda de conversaciones con una advertencia clara: votar a la derecha o a la "extrema derecha" no es una opción para alcanzar la paz.  Además, la guerrilla exhortó a los colombianos a buscar alternativas y a apoyar su propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente por la Paz "frente a cualquier perspectiva electoral de los mismos de siempre, que pretenden convertir a Colombia en paraíso de las trasnacionales", informa Efe.

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